
A partir del 1 de septiembre de 2025, la Unión Europea prohibirá oficialmente los productos cosméticos que contengan Óxido de Fosfina de Difenil Trimetrilbencilo (TPO), un químico ampliamente utilizado en esmaltes de uñas en gel. La sustancia está clasificada como "CMR 1B", lo que significa que se sospecha que causa cáncer, mutaciones genéticas y daños reproductivos. Según la legislación de cosméticos de la UE, tales sustancias no están permitidas.
A partir del 1 de septiembre de 2025, la Unión Europea prohibirá oficialmente los productos cosméticos que contengan Óxido de Difenilfosfina y Trifenilmetil (TPO), un químico ampliamente usado en esmaltes de uñas de gel. La sustancia está clasificada como “CMR 1B,” lo que significa que se sospecha que causa cáncer, mutaciones genéticas y daño reproductivo. Según la ley de cosméticos de la UE, tales sustancias no están permitidas.
La regulación exige que los salones de belleza en toda la UE detengan inmediatamente el uso de productos de uñas de gel a base de TPO. Las existencias restantes no pueden ser utilizadas, vendidas o regaladas dentro de la UE. Las empresas, incluidos los salones de uñas en la UE y en países alineados comercialmente como Noruega y Suiza, deben retirar los productos que contengan TPO de sus instalaciones, obtener alternativas de los proveedores y deshacerse de manera segura de cualquier artículo sobrante.
El Reino Unido aún no ha implementado la prohibición, pero se espera que lo haga a finales de 2026, dando más tiempo a las empresas locales para ajustarse a las nuevas reglas.
Representantes de la industria mencionaron que, si bien el TPO ha sido un ingrediente común en las fórmulas de gel de uñas, existen sustancias alternativas que pueden cumplir la misma función. Muchas marcas ya han comenzado a reformular sus productos, y se espera que el etiquetado “libre de TPO” se convierta en un nuevo enfoque de marketing. Es importante señalar que los expertos aseguraron que eliminar el TPO no significa que los productos se vuelvan menos efectivos, solo que las formulaciones cambiarán.
Aunque los niveles de TPO usados en pruebas de laboratorio en animales fueron mucho más altos que los que se encuentran en los productos para uñas, los reguladores de la UE decidieron actuar con precaución. Expertos en dermatología explicaron que incluso sin evidencia directa de daño a los humanos, los riesgos potenciales justificaban medidas de seguridad más estrictas.
Más allá de las preocupaciones químicas, los esmaltes de uñas de gel se curan típicamente bajo luz UV, lo que crea acabados duraderos y de larga duración. Sin embargo, este proceso ha suscitado más preocupaciones sobre la exposición prolongada a la radiación UV y el riesgo potencial de cáncer de piel.
La prohibición de la UE también podría tener efectos en cadena en la industria de la belleza de EE.UU., especialmente si las empresas dependen de proveedores europeos o experimentan escasez de materias primas. Algunos creen que la medida podría alentar a los reguladores estadounidenses o a estados individuales a adoptar restricciones similares.
Si bien muchos apoyan el enfoque precautorio de la UE, algunas voces en la industria de uñas argumentan que la decisión careció de una evaluación científica de riesgos equilibrada y podría imponer una carga financiera innecesaria a las pequeñas empresas. Los grupos de oposición advierten sobre pérdidas económicas y acceso reducido a productos que consideran seguros, subrayando las tensiones continuas entre la seguridad del consumidor y el impacto de la industria.
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