
Nueva York: Masticar hielo, un hábito que a menudo se utiliza para aliviar el estrés o el aburrimiento, puede parecer inofensivo. Sin embargo, los expertos en salud bucal advierten que este comportamiento puede provocar daños dentales graves, incluyendo dientes astillados, agrietados o rotos. Además, puede indicar problemas de salud subyacentes que requieren atención.
1. Daño Dental:
- Grietas en el Esmalte: Masticar hielo puede causar microgrietas en el esmalte, la sustancia más dura del cuerpo humano, haciendo que los dientes sean vulnerables a daños posteriores.
- Dientes Astillados o Rotos: El hielo es lo suficientemente duro como para causar que los dientes, particularmente los débiles o quebradizos, se astillen o fracturen con el tiempo.
- Sensibilidad Dental: El esmalte dañado puede exponer la dentina subyacente, lo que lleva a una mayor sensibilidad a los cambios de temperatura.
2. Estrés Repetitivo en los Dientes:
Según Holly Shaw, Profesora Asistente en la Facultad de Medicina Dental de la Universidad de Columbia, incluso el esmalte más fuerte puede deteriorarse por el masticado repetitivo de sustancias duras como el hielo.
Masticar hielo se engloba en una categoría de hábitos conocidos como actividades orales parafuncionales, que incluyen:
- Rechinar los dientes (bruxismo)
- Morderse los labios o las mejillas
- Morderse las uñas
- Succionar los dedos
Estos comportamientos suelen estar vinculados al estrés, la ansiedad y factores emocionales, afectando hasta al 90% de las personas con altos niveles de tensión emocional.
En algunos casos, el deseo de consumir sustancias no nutritivas, como el hielo (una condición conocida como pagofagia), puede indicar:
1. Anemia por Deficiencia de Hierro:
- Los antojos de hielo suelen estar asociados con la deficiencia de hierro, que puede resultar en fatiga, debilidad y otros síntomas.
2. Deficiencias Nutricionales:
- Otros antojos inusuales, como comer tierra o papel, podrían indicar deficiencias que requieren intervención médica.
Recomendación:
Si masticas hielo frecuentemente o experimentas antojos inusuales, consulta con un profesional de la salud para descartar problemas de salud subyacentes.
1. Buscar Orientación de Salud:
Habla con un dentista o médico sobre tus hábitos de masticación y posibles deficiencias.
2. Manejo del Estrés:
Aborda el estrés y la ansiedad con técnicas de relajación, consejería o actividades de reducción de estrés.
3. Sustitutos Saludables:
Reemplaza el hielo con alternativas más suaves y menos dañinas como chicle sin azúcar o frutas enfriadas.
Masticar hielo puede parecer un hábito inofensivo, pero puede llevar a problemas dentales significativos y puede indicar preocupaciones de salud más profundas, como la deficiencia de hierro. Si tú o alguien que conoces tiene este hábito, busca consejo profesional para abordar tanto el comportamiento como sus posibles causas.
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