
Se necesita urgentemente un aumento de la inversión para satisfacer las necesidades de salud mental, sexual y reproductiva de los 1.3 mil millones de adolescentes (de 10 a 19 años) en todo el mundo, según un informe de la OMS. La adolescencia es una etapa clave del desarrollo que establece la base para la salud a largo plazo, con transiciones físicas, emocionales y sociales cruciales. Abordar estas necesidades es esencial para asegurar generaciones futuras más saludables.
Es urgente aumentar la inversión para satisfacer las necesidades de salud mental, sexual y reproductiva de los 1.300 millones de adolescentes (de 10 a 19 años) en todo el mundo, según un informe de la OMS. La adolescencia es una etapa de desarrollo clave que establece la base para la salud a largo plazo, con transiciones físicas, emocionales y sociales cruciales. Abordar estas necesidades es esencial para garantizar generaciones futuras más saludables.
Esta cita del Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus enfatiza la importancia crítica de priorizar la salud y los derechos de los jóvenes. Destaca que enfrentar tanto las amenazas de salud persistentes como las emergentes que enfrentan los adolescentes no solo es una obligación moral, sino también económicamente sensato. No hacerlo podría dar lugar a graves consecuencias para los individuos y costos significativos para la sociedad en general. Esto subraya la necesidad de servicios y programas integrales enfocados en la salud adolescente para asegurar un futuro más saludable para todos.
La publicación se lanzó en un evento al margen de la Cumbre del Futuro de las Naciones Unidas. Destaca una serie de tendencias preocupantes en la salud de los adolescentes observadas en la última década, señalando la urgente necesidad de acción.
Al menos 1 de cada 7 adolescentes en todo el mundo ahora sufre de un trastorno mental, por ejemplo, con tasas particularmente altas de depresión y ansiedad. La anemia entre las adolescentes sigue siendo prevalente, en niveles similares a los de 2010, mientras que cerca de 1 de cada 10 adolescentes es obeso. Las infecciones de transmisión sexual (ITS), incluyendo sífilis, clamidia, tricomoniasis y herpes genital que son frecuentes entre los jóvenes, están en aumento, y si no se tratan, pueden tener implicaciones de salud de por vida.
Mientras tanto, la violencia, incluido el acoso, afecta a millones de jóvenes en todo el mundo cada año, con impactos devastadores en su salud física y mental.
Preocupantemente, los intentos de limitar el acceso de los adolescentes a la salud sexual y reproductiva y a la educación integral en sexualidad han escalado en medio de una creciente reacción contra la igualdad de género y los derechos humanos. Las políticas restrictivas de consentimiento de edad están limitando su acceso a los servicios de ITS y VIH. Tales medidas pueden marginar a los jóvenes, reducir el comportamiento de búsqueda de salud y llevar a impactos negativos persistentes en la salud.
El estudio destaca otros desafíos fundamentales más amplios para el futuro de los adolescentes, incluyendo el cambio climático, los conflictos y la desigualdad.
Los autores también subrayan que las mejoras son posibles con la inversión y el apoyo adecuados. Por ejemplo, las infecciones por VIH en adolescentes han disminuido, gracias a esfuerzos coordinados y persistentes en esta área. El embarazo adolescente y prácticas nocivas como la mutilación genital femenina y el matrimonio temprano han reducido. Además, muchas tendencias positivas en resultados de salud están vinculadas a más tiempo en la escuela, especialmente para las niñas; desde el año 2000, el número de niños en edad de secundaria fuera de la escuela disminuyó en casi un 30%.
Frente a este panorama, los hallazgos hacen un fuerte llamado a invertir en la salud y el bienestar de los adolescentes, prestando atención a elementos fundamentales como la educación, la atención médica y la nutrición. Los autores llaman a promulgar e implementar leyes y políticas que protejan la salud y los derechos de los adolescentes, para que los sistemas y servicios de salud sean más receptivos a las necesidades únicas de los adolescentes, y para que se priorice la participación y el empoderamiento juvenil en la investigación, programación y formulación de políticas.
“Los adolescentes son fuerzas poderosas e increíblemente creativas para el bien cuando pueden establecer la agenda para su bienestar y su futuro”, dijo Rajat Khosla, Director Ejecutivo de la Alianza para la Salud Materna, del Neonato y del Niño (PMNCH), que coorganizó el evento donde se lanzó la publicación. “Los líderes deben escuchar lo que quieren los jóvenes y asegurar que sean socios activos y tomadores de decisiones. Son críticos para la futura estabilidad social, económica y política del mundo, y si se les da la plataforma que necesitan, pueden ayudar a hacer posible un mundo mejor y más saludable para todos.”
Este año, los líderes mundiales se comprometieron a acelerar los esfuerzos para mejorar la salud materna e infantil, incluyendo la salud de los adolescentes, en la Asamblea Mundial de la Salud. Implementar estos compromisos, así como los reflejados en el Pacto para el Futuro de la ONU, será crucial para proteger y promover la salud y el bienestar de las generaciones actuales y futuras.
Para más detalles, visite OMS.
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September 23, 2024

September 24, 2024